31 ago 2011

El ultimo Vals

“Ella es el maldito Yin. La odio, la odio más que a cualquier cosa. Le tengo rencor, le tengo muchísimo rencor por todo el tiempo que me ha hecho sufrir. No me cae bien, no quiero que me caiga bien. En el fondo no es tan mala, no es tan mala como la estoy pintando. Joder, es que es tan guapa, tan guapa que no podría resistirme a ella, ni ahora ni nunca. La quiero, la quiero más que a cualquier forma de vida y por supuesto más que a la “odiosa pelirroja”. ¿Qué seria sin ella? ¿Qué seria yo, el jodido Yang?
Solo me queda una última duda, ¿la necesidad imperiosa, que ahora mismo, y desde Madrid siento por ella es correspondida?, ¿O es simplemente un fruto de mi rica imaginación que frente a un ordenador escribe cosas como si yo, Gabriel Witch, fuera el motivo de todas las preocupaciones y dudas de una chica que podría, y de hecho tiene, a los chicos más interesantes, guapos, inteligentes, ricos y odiosos de este jodido país?”

Sobre el word expresaba toda la furia que su error, el error que había cometido al dejar escapar a la joya de la corona, le provocaba. Se remitía, hasta la extremaunción, que ella le hace daño, que no le conviene, y que no es una persona con la que nadie puede estar. Pero es mentira, y él lo sabe. Sabe que es el único que sabe tranquilizarla, que su calma, casi de hielo, es la única que puede devolver a la tierra a sus ojos azules. Que sus vestidos rojos, blancos, azules, dorados o del color de su piel rosada, son lo único que puede salvarle de la locura, la locura a la que esta totalmente condenado sin sus besos. Por eso solo le queda una opción, meterse mañana en aquel tren y volar hasta sus brazos. Porque solo le queda una oportunidad y esa oportunidad pasa por bailar. Por bailar su último Vals:

“Y ahora va a empezar el baile, los dos estamos invitados, los dos sabemos con quien queremos ir pero nos da demasiado miedo confesarlo. Nunca te he pedido que bailes conmigo, pero ahora me apetece estar toda la noche desgastando las suelas de mis zapatos de gala. Espero que mis torpes pasos, tantas veces repetidos, en esto de la farándula musical no hayan hecho ya que tengas tanto miedo a que te pise que no quieras acercarte a concederme el próximo, y último, baile. Aun me queda decidir donde iré cuando se acabe el baile, pero de momento disfrutemos de esto”

2 comentarios:

  1. "Por eso el pas de deux puede ser una autentica putada, pero cuando sigue adelante, cuando todos esos fallos se
    corrigen y haces tuyos los movimientos de tu pareja...
    --Sale bien.
    --No solo éso. Es magia."

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  2. Muy bueno.Besos.
    Ella tiene suerte! :)

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